Habitualmente comía un menú sencillo en el restaurante o traía algo de casa preparado. Pero después de la conversación de por la mañana con aquella mujer no me apetecía comer allí.
Miré por la ventana del servicio para coches y sentí una especie de impulso. Me puse la chaqueta, cruce la calle y me adentré en el exótico mundo de Manolito Chang.
Manolito Chang es el apodo con que la gente conoce al señor Chang, el propietario del restaurante chino cuyo seudónimo ha terminado por convertirse en el nombre del local.
Se trata de un lugar pequeño con apenas seis mesas y escasa parafernalia oriental que sirve buena comida a precios muy asequibles. Al menos esto es lo que comenta todo el mundo.
Total, el día ya discurría extraño. ¿Por un poco de aventura más, qué podía pasar?
El señor Chang, realmente es japonés. Su apodo le viene de su reducido tamaño y su admiración por Manolo Escobar, el cantante. Esta afición no era algo evidente, sólo en contadas ocasiones se arrancaba con alguna copla si los clientes lo arengaban con insistencia. También esto, era lo que había oído en alguna ocasión a la encargada.
El sitio estaba vacío, era un poco temprano para almorzar y flotaba una sensación de calma que precede a la tempestad. Sonaba muy levemente una melodía de no era capaz de reconocer. Me resultó curioso no oler nada, no se percibía ningún olor, ni siquiera olía a lo que huele la nada.
En ese momento aparece el señor Chang.
- Buenas tardes señor. ¿Desea comer?
- Sí, creo que sí.
- ¿Cree? Dijo el señor Chang con una sonrisa en la boca y mirando directamente a mis ojos.
- Sí, quiero comer.
Me devolvió una nueva sonrisa oriental, sincera pero oriental y desapareció sin mediar palabra. Él sabía que yo quería comer, pero no quería pensar en qué. De este modo no me preguntó y yo no le dije “esta boca es mía”.
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16 comentarios:
Esto se anima...
Saluditos
Bueno, bueno, me he leído 3 capítulos seguidos de Benigno y encuentro que la cosa se complica un poquito...
Lara, lo que me ha entusiasmado es el dibujo del "Manolito Chang comidas" Está genial!
Ahora nos irás ilustrando la historia con dibujos... No sería mala idea.
Un abrazo.
Muy bueno el dibujo de la fachada. Esta serie de Benigno merece publicarse. La verdad, ya le tengo aprecio a este chico.
Un abrazo
Los orientales siempre tan misteriosos.
Muy bueno el chiringuito, saludos.
Sorpresa con esta acuarela del restaurante del señor Chang, Muy chula. El relato muy bueno, eres una artista muy completa. Ya sabes que tus manchas me enamoran.
Hasta pronto
Il dipinto del ristorante di Mr Chang è semplicemente fantastico! Complimenti!
La storia di Benigno continuo a seguirla come meglio posso. Ciao Lara!
Manolito Chang me trae a la memoria a Manolita Chen. ¿Son parientes lejanos, Lara? Esto se va animando. A ver si Benigno no se hace un lío con los palillos. Saludos.
me encanta esta pintura
me encanta
me encanta
Estoy enganchadita a Benigno...
El dibujo es auténtico, genial!!
Un abrazo!!
La historia va viento en popa, y las pinturas que la ilustran de maravilla, este Benedicto nos tiene un poco intrigados.
Vivir es desear, desear es vivir, lo que no sea desear vivir es otra cosa, hay que desear vivir para vivir con plenitud.
Buena entrada, besos, hasta pronto querido amigo
Amigo, que maravilla la acuarela... Realmente impresionante.
Saludos y un abrazo.
Io, invece, la storia di Benigno non riesco a seguirla, ma il tuo ristorante è bello, geniale. Elvi
Greaat
work
Lara,
Me gusta este trabajo!
Saludos!
Estoy enganchada a Benigno!
Me ha encantado la fachada!
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